por estos mundos de Dios.
Iremos siempre contigo...
por lo menos uno u dos.
Donde vayas, Zaragoza,
vamos mi bandera y yo
como una avispa almogávar
con las barras de Aragón.
La ronda de Boltaña
Buscando complicidad en las miradas.
No hubo respuesta. Pasé una antorcha por la abertura y la dejé caer dentro. Sólo me fue devuelto un tintinear de cascabeles. Sentí que una náusea me envolvía; su causa era la humedad de las catacumbas. Me apresuré a terminar mi trabajo. Puse la última piedra en su sitio y la fijé con el mortero. Contra la nueva mampostería volví a alzar la antigua pila de huesos. Durante medio siglo, ningún mortal los ha perturbado. ¡Requiescat in pace!
Edgar Allan Poe